Muy pocas veces - quizás nunca - hayan leído un Post en español en este Blog. Hoy hacemos la excepción (y lo seguiremos haciendo!) publicando este primer post de una larga serie dedicada a la emoción de "viajar con el corazón" y ver realizados nuestros sueños: hoy, cortamos la cinta virtual de #NonTiFermare.
Ustedes se preguntarán: ¿Quienes escriben?
La realidad es que Ora Italia parece tener vida propia y cuando escribo me encuentro haciendolo siempre en "plural" casi de forma automática, como si el programa y este blog fueran fruto de muuuchas personas.
Pero no!, a pesar de odiar el protagonismo, hoy me toca contarles que Ora Italia soy yo: Magalí Pizarro. Sí sí, esa "ragazza" que cada sábado al mediodía enciende el micrófono y no para de hablar! la misma que ven en la foto escondida detrás de una Piadina Romagnola ^_^
Antes de Ora Italia, era solo Magalí "la fanática de la lengua italiana" que llenaba de frases en ese idioma todos los cuadernos y anotadores que se le cruzaran!
Pero.. ¿porque hablo del "antes de Ora Italia"?
Sin dudas hubo algo que, 5 años atrás, marcaría mis días: el primer viaje a Italia. Una experiencia única, lejos de casa y sintiéndome parte de una nueva. Encontrando "mi lugar en el mundo"; como le dije a mi mamma por teléfono, dejándola preocupada de que su hija no volviera! Fueron tres meses que marcaron el inicio de un nuevo camino de ida y vuelta constante entre mi amada Patagonia y anhelada Italia.
Su resultado? este programa de radio que ya transita el quinto año al aire :-)
Y es así... la historia se repite.
Cada año, a fines de septiembre, los recuerdos de "ese" primer viaje a Italia hacen "toc toc" y dicen "hola, te acordas de mí?"... y se hacen presentes en los colores de Piazza Maggiore, lista para recibirme!
Con 18 años, era la primera vez en la vida que agarraba la valija y me iba sola, completamente sola, a cruzar el Atlántico. En la linda inconsciencia de adolescente, no había nada a lo que le temiera. Era algo que había soñado desde los 11 años, luego de mi primer día como alumna de italiano.
Con 18 años, era la primera vez en la vida que agarraba la valija y me iba sola, completamente sola, a cruzar el Atlántico. En la linda inconsciencia de adolescente, no había nada a lo que le temiera. Era algo que había soñado desde los 11 años, luego de mi primer día como alumna de italiano.
Pasaron los años, fuí creciendo, y seguí estudiando. Mientras tanto, la locura por Italia aumentaba y las raíces italianas me salían por los poros. Así fue que, terminada la secundaria, mi objetivo era irme.
Varios e-mails, cartas, fax y palomas mensajeras salían para la Península con la intención de estudiar por un tiempo allá y perfeccionarme en el idioma.
Finalmente, en agosto del 2008 llegó la gran noticia: me iba a Bologna por tres meses, como pasante en una radio. Mis ojos brillaban y no me daban los dedos para llamar a toooodo el mundo y contarlo!
Bologna me esperaba para perderme, y así fue! me perdí en su horizonte de colinas dulces, atardeceres mágicos, brillantes y tormentosos, imposibles de olvidar.
Atardecer de otoño, en el Santuario de la Virgen de San Luca |